¿Las gallinas tienen orejas?

como escuchan las gallinas

¿Sabías que las gallinas tienen orejas? Aunque no lo parezca, estos animales tienen un sentido del oído muy desarrollado y pueden percibir sonidos desde cualquier dirección. ¡Aprendamos más datos curiosos sobre las orejas de las gallinas y cómo influyen en su comportamiento y comunicación!

Las orejas de las gallinas no son como las de los mamíferos, que tienen un pabellón auditivo visible y móvil. Las orejas de las gallinas se reducen a dos conductos auditivos situados cerca de los ojos, que están recubiertos de plumas para reducir las turbulencias y que la transmisión del sonido llegue de la forma más limpia.

Índice

    ¿Cómo escuchan las gallinas?

    El funcionamiento del oído es similar al de los mamíferos. El canal auditivo capta las ondas sonoras que hacen vibrar el tímpano. El oído medio contiene un hueso en forma de vara llamado columela, que transmite las vibraciones al oído interno. El oído interno está formado por un órgano vestibular, que regula el equilibrio, y el órgano de la cóclea, que convierte las vibraciones en impulsos nerviosos .

    Las gallinas utilizan el oído para comunicarse entre ellas y con otros animales. Emplean una gran variedad de sonidos breves y repetitivos para llamar la atención, indicar el lugar donde está el alimento o el agua, alertar de algún peligro, expresar su estado de ánimo o establecer jerarquías. El oído también les sirve para encontrar la comida, detectar la presencia de depredadores u otros animales, y reconocer a sus crías o a su pareja.

    Sus lóbulos indican el color de sus huevos

    Otro dato interesante sobre las orejas de las gallinas es que tienen unos lóbulos que pueden indicar el color de los huevos que ponen. Los lóbulos son unas áreas circulares de carne que cuelgan a poca distancia de los ojos. En la mayoría de las razas de gallinas, el color del lóbulo coincide con el color del huevo: si es blanco, el huevo será blanco; si es rojo, el huevo será marrón. Sin embargo, hay algunas excepciones, como las gallinas araucanas, que tienen lóbulos rojos y ponen huevos azules o verdes.

    el oido de una gallina

    Los otros sentidos de las gallinas

    La vista: el sentido más importante de las gallinas

    Las gallinas tienen unos ojos grandes en proporción con su cuerpo, que les permiten ver en color y con una buena resolución. La vista es el sentido más importante de las gallinas, ya que les sirve para encontrar alimento, reconocer a sus compañeras, evitar a los depredadores y comunicarse entre ellas.

    Las gallinas tienen una visión binocular, es decir, que pueden ver con los dos ojos al mismo tiempo y percibir la profundidad. Esto les ayuda a calcular las distancias y a orientarse en el espacio. Además, tienen una visión lateral, que les permite ver lo que ocurre a su alrededor sin mover la cabeza. Así pueden estar atentas a cualquier amenaza o oportunidad.

    Las gallinas también tienen una visión ultravioleta, que les permite ver algunos colores que nosotros no podemos. Por ejemplo, pueden detectar las manchas de orina de los depredadores o los parásitos en las plumas de otras aves. También pueden ver mejor en condiciones de poca luz, como al amanecer o al atardecer.

    El olfato y el gusto: los sentidos menos desarrollados de las gallinas

    Las gallinas tienen un sentido del olfato y del gusto poco desarrollados en comparación con otros animales. El olfato y el gusto están relacionados entre sí, ya que ambos se basan en la detección de sustancias químicas en el aire o en la comida.

    Las gallinas tienen dos fosas nasales en la parte superior del pico, que están conectadas con el cerebro por unos nervios olfativos. El olfato les sirve para encontrar comida, detectar a otros animales o percibir el ambiente. Sin embargo, no tienen una gran capacidad para distinguir diferentes olores ni para recordarlos.

    Las gallinas tienen unas papilas gustativas en la lengua y en el paladar, que les permiten saborear los alimentos. El gusto les sirve para seleccionar lo que comen y para evitar lo que les puede hacer daño. Sin embargo, no tienen una gran variedad de sabores ni una gran sensibilidad al dulce, al salado, al ácido o al amargo.

    El tacto: el sentido más desconocido de las gallinas

    Las gallinas tienen un sentido del tacto bastante desarrollado, aunque no se suele tener en cuenta. El tacto les sirve para explorar el entorno, sentir el contacto con otras aves y recibir estímulos placenteros.
    El sentido del tacto está relacionado con las plumas que cubren el cuerpo de las gallinas. Las plumas son estructuras queratinosas que se originan en la piel y que tienen diferentes funciones, como la protección térmica, la impermeabilización, el camuflaje o la comunicación. Las plumas también contienen terminaciones nerviosas que transmiten información táctil al cerebro de las gallinas.

    Las gallinas tienen receptores sensoriales en la piel que les permiten percibir el contacto, la presión, el dolor, la temperatura y las vibraciones. Estos receptores se encuentran distribuidos por todo el cuerpo, pero son más abundantes en la cabeza, el cuello, las patas y la cloaca. El sentido del tacto les ayuda a explorar el entorno, a interactuar con sus congéneres y a detectar posibles amenazas.

    Uno de los comportamientos más característicos de las gallinas es el baño de arena, que consiste en revolcarse en un sustrato seco y suelto para limpiar y cuidar sus plumas. Este comportamiento tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo de las gallinas, ya que les proporciona placer y relajación. El baño de arena estimula el sentido del tacto y favorece la salud de la piel y las plumas.

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